*25.- WU WANG

25.- WU WANG / INOCENCIA (LO INESPERADO)
Ch'ien Lo Creativo, Cielo
Chen Lo que Despierta, Trueno.
Cuando el movimiento sigue las leyes del cielo el hombre es inocente y sin culpa. Su espíritu es natu­ral y veraz, no ensombrecido por la reflexión ni los designios ulteriores. Cuando trata de hacerse ver, su veracidad e inocencia natural se pierden.

EL JUICIO:
"Inocencia. El mayor éxito. La perseverancia rinde. Si alguien no es lo que quisiera, tiene mala fortuna y no le ayudará a emprender ninguna cosa". El hom­bre recibió del cielo una naturaleza intrínsecamente buena, para guiarlo en sus movimientos. Si dentro de sí lleva la devoción a ese espíritu divino, llega a una inocencia excepcional que lo guía con instintiva seguridad sin propósitos ulteriores acerca de ventajas personales. Esto le acarrea el mejor de los éxitos. Só­lo es realmente instintivo lo que está de acuerdo con la voluntad divina, estas cualidades de justicia, no re­flexión, intuición son indispensables para evitar la des­gracia.

LA IMAGEN:
"Bajo el cielo vibra el trueno. Todas las cosas llegan al estado natural de inocencia como los reyes anti­guos, ricos en virtudes y en armonía con sus tiem­pos, hacían florecer y nutrían a todos los seres". Los buenos gobernantes de la humanidad nutren la salud espiritual y se preocupan de las formas de vida y de cultura de aquellos a quienes guían, en el momen­to adecuado.

LAS LINEAS:
Nueve en la base significa: "Conducta inocente trae buena fortuna".
Los impulsos originales del corazón son siempre buenos, y se puede seguirlos con confian­za, asegurando la buena fortuna y la tranquilidad de nuestras almas.
Seis en el segundo lugar significa: "Si alguien no se preocupa de cosechar cuando llueve, no sabe nada de las formas de cultivo, alguien debe enseñarle al­go".
Debemos hacer todas las cosas cuando el tiempo y el lugar lo requieran Y no mirando el resultado. Así cada tarea resulta bien y cada tarea que emprendemos fructifica.
Seis en el tercer lugar significa: "Desgracia inmere­cida. La vaca fue ordeñada por alguien, provecho del vagabundo, el ciudadano extraviado".
A veces la desgracia llega a causa de otros, como cuando al­guien pasa y ordeña una vaca que no le pertenece. Su provecho constituye nuestra pérdida. En todas las transacciones no importa cuán inocentemente nos acomodemos a las exigencias del tiempo, a veces la desgracia puede llegar dé fuera.
Nueve en el cuarto lugar significa: "El que pue­de ser perseverante permanece sin culpa".
No pode­mos abandonar lo que realmente nos pertenece, in­cluso botándolo. Tampoco debemos experimentar an­siedad. Lo único que requerimos es permanecer fie­les a nuestra naturaleza y no escuchar a los demás.
Nueve en el quinto lugar significa: "No incurrimos en falta respecto a nosotros mismos. Se aprobarán a sí mismos".
Un mal inesperado puede llegar acciden­talmente del exterior. Si no se origina, en la propia naturaleza ni lo hemos provocado, no habrá que recu­rrir a medios extremos para erradicarlo, pero sí dejar que la naturaleza siga libremente su curso. El progre­so llega por si mismo.
Nueve en la cima significa: "Una acción inocen­te trae desgracia. Nada aprovecha".
Cuando, en una situación dada, el tiempo no es propicio al progreso, lo mejor es mantenerse quieto, sin propósitos ulterio­res. Si alguien actúa sin pensar y trata de forzar la situación oponiéndose al destino, no logrará el éxito.

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