EL BAGUA DE UN ESPACIO
El mapa bagua puede ser aplicado a cualquier espacio, desde el macrocosmos de la casa al microcosmos de una habitación o al detalle de una mesa. El primer paso es tener la plantilla del mapa. El segundo es determinar el espacio que se desea estudiar. El espacio debe ser regular, idealmente un octógono, pero también son muy adecuados los círculos, los cuadrados y los rectángulos. La plantilla se sobrepone al plano del espacio y sobre esta base se realiza una lectura de las distintas zonas. Pero ¿qué ocurre cuando la casa o la habitación es irregular? En estos casos se realiza una abstracción que complete la estructura hasta que presente una forma cuadrada o rectangular. Lo más cómodo es hacer un plano del espacio marcando con un color las líneas de la forma que presenta el espacio objeto de análisis y con otro color las líneas imaginarias, que completarían la forma hasta obtener un cuadrado o un rectángulo.
A la hora de evaluar esta situación de estructura irregular, el feng-shui considera que si la parte de la estructura ausente, que se ha dibujado con otro color a modo de complementación de la forma, es inferior al tercio de la parte frontal es una parte que falta, también denominada «mordida».
Esta parte que falta en la estructura del espacio, se contempla como una ausencia y la zona del mapa bagua que se corresponda con esta área se entiende como una carencia. La lectura que hace el feng-shui de esta ausencia, se desprende de la zona de bagua con la que se corresponda, de modo que el significado de la zona que falta se entiende como una carencia o una debilidad en los aspectos de la vida de los residentes que se corresponden con ella. Para paliar esta dificultad que plantean las partes que faltan en la estructura de los espacios, el feng-shui recomienda aplicar una cura a la estructura -como se ha explicado en los anteriores capítulos-.
Si la ausencia de zonas bagua, afecta al conjunto de la casa, aunque hayan sido incorporadas simbólicamente a través de una cura, se consideran insuficientemente representadas, a efectos de los aspectos de la vida de los residentes implicados en esas zonas bagua, se entiende que los efectos negativos estarán en relación con el tamaño de estos «faltantes». Por ello, se recomienda reforzar estas zonas ausentes de la vivienda, potenciando las zonas bagua, correspondientes en las restantes habitaciones de la casa.
Si al completar la forma de la estructura del espacio objeto de estudio, la parte que falta, que se ha marcado con un color diferente, es superior a un tercio del frente, se considera un saliente, una extensión, un agregado, una proyección o un añadido; resultando sobredimensionada la zona pakua a la que corresponda.
El mapa bagua puede ser aplicado a cualquier espacio, desde el macrocosmos de la casa al microcosmos de una habitación o al detalle de una mesa. El primer paso es tener la plantilla del mapa. El segundo es determinar el espacio que se desea estudiar. El espacio debe ser regular, idealmente un octógono, pero también son muy adecuados los círculos, los cuadrados y los rectángulos. La plantilla se sobrepone al plano del espacio y sobre esta base se realiza una lectura de las distintas zonas. Pero ¿qué ocurre cuando la casa o la habitación es irregular? En estos casos se realiza una abstracción que complete la estructura hasta que presente una forma cuadrada o rectangular. Lo más cómodo es hacer un plano del espacio marcando con un color las líneas de la forma que presenta el espacio objeto de análisis y con otro color las líneas imaginarias, que completarían la forma hasta obtener un cuadrado o un rectángulo.
A la hora de evaluar esta situación de estructura irregular, el feng-shui considera que si la parte de la estructura ausente, que se ha dibujado con otro color a modo de complementación de la forma, es inferior al tercio de la parte frontal es una parte que falta, también denominada «mordida».
Esta parte que falta en la estructura del espacio, se contempla como una ausencia y la zona del mapa bagua que se corresponda con esta área se entiende como una carencia. La lectura que hace el feng-shui de esta ausencia, se desprende de la zona de bagua con la que se corresponda, de modo que el significado de la zona que falta se entiende como una carencia o una debilidad en los aspectos de la vida de los residentes que se corresponden con ella. Para paliar esta dificultad que plantean las partes que faltan en la estructura de los espacios, el feng-shui recomienda aplicar una cura a la estructura -como se ha explicado en los anteriores capítulos-.
Si la ausencia de zonas bagua, afecta al conjunto de la casa, aunque hayan sido incorporadas simbólicamente a través de una cura, se consideran insuficientemente representadas, a efectos de los aspectos de la vida de los residentes implicados en esas zonas bagua, se entiende que los efectos negativos estarán en relación con el tamaño de estos «faltantes». Por ello, se recomienda reforzar estas zonas ausentes de la vivienda, potenciando las zonas bagua, correspondientes en las restantes habitaciones de la casa.
Si al completar la forma de la estructura del espacio objeto de estudio, la parte que falta, que se ha marcado con un color diferente, es superior a un tercio del frente, se considera un saliente, una extensión, un agregado, una proyección o un añadido; resultando sobredimensionada la zona pakua a la que corresponda.
Otro modo muy fácil de comprobar si hay «faltantes» o agregados consiste en dividir en tres partes iguales, tanto a lo largo como a lo ancho el espacio, de manera que las nueve casillas del bagua queden reflejadas. Si la parte de la estructura que sobresale de la plantilla, es mayor que la mitad de la cuadrícula, hay que considerarla como una mordida o «faltante» y si lo que sobresale de la plantilla es inferior a la mitad de la misma, se considerará un añadido o una proyección. En el caso de que el resultado sea un añadido, favorece a la casilla de la que es una extensión. En el caso de que resulte ser una mordida hay una ausencia perjudicial, que precisa armonización.
A veces, a simple vista puede observarse que la estructura del espacio donde se quiere aplicar el mapa bagua, tiene un trozo que sobra, una pequeña parte que queda como añadida al mapa o por el contrario que hay una extensión que sobresale, un pedazo grande que deja un hueco. Un añadido produce la sensación de que la casa tiene un trozo de más y una mordida produce la sensación de que a la casa tiene un trozo de menos. En algunas estructuras irregulares también es posible segmentar claramente distintos espacios y aplicar el mapa bagua de forma independiente en cada uno de ellos.
En el caso de que la casa tenga dos o más plantas, el mapa se aplica a las distintas plantas por igual.
El mapa bagua se utiliza para armonizar las energías de un lugar y como una guía para interpretar la vida de una persona y resolver sus dificultades. Las primeras enseñanzas sobre el feng-shui, que llegaron a Occidente, se hicieron a través de la escuela de la secta de los Gorros Negros y la utilización del mapa bagua que esta escuela propone difiere en cuanto a la colocación del mapa, con otras escuelas.
A veces, a simple vista puede observarse que la estructura del espacio donde se quiere aplicar el mapa bagua, tiene un trozo que sobra, una pequeña parte que queda como añadida al mapa o por el contrario que hay una extensión que sobresale, un pedazo grande que deja un hueco. Un añadido produce la sensación de que la casa tiene un trozo de más y una mordida produce la sensación de que a la casa tiene un trozo de menos. En algunas estructuras irregulares también es posible segmentar claramente distintos espacios y aplicar el mapa bagua de forma independiente en cada uno de ellos.
En el caso de que la casa tenga dos o más plantas, el mapa se aplica a las distintas plantas por igual.
El mapa bagua se utiliza para armonizar las energías de un lugar y como una guía para interpretar la vida de una persona y resolver sus dificultades. Las primeras enseñanzas sobre el feng-shui, que llegaron a Occidente, se hicieron a través de la escuela de la secta de los Gorros Negros y la utilización del mapa bagua que esta escuela propone difiere en cuanto a la colocación del mapa, con otras escuelas.

Orientación del mapa bagua, según las distintas escuelas
En la práctica, para calcular el bagua, en la secta de los Gorros Negros, se usa como referencia la puerta principal en el caso de una vivienda, la puerta de entrada en el caso de una habitación y la posición de frente de la persona si se trata de una mesa de trabajo. La plantilla del mapa bagua, desde su base inferior, se extiende a partir de la pared donde se encuentra la puerta, por lo que en cualquier caso ésta se corresponderá con las zonas 1, 8 o 6 del mapa bagua, que se relaciona con los aspectos de la vida de los residentes que tienen que ver con el trabajo, los amigos generosos o el aprendizaje.
En esta escuela las orientaciones magnéticas de la tierra no se tienen en consideración a la hora de establecer las zonas bagua, pues se toma invariablemente la parte correspondiente con la boca del chi, el punto de entrada de la energía y las personas, como el punto de referencia que establecerán los distintos aspectos de un espacio. En la secta de los Gorros Negros se memoriza el plano del bagua y se superpone a cada uno de los espacios con los que se relacionan, utilizándolo como una guía para interpretar la vida de una persona, sus problemas y como una cura para resolverlos. Al utilizar la puerta de entrada a un espacio, que es la boca del chi de ese espacio, como punto de partida del mapa bagua, sin tener en cuenta las direcciones cardinales reales, resulta muy fácil de aplicar a cualquier espacio.
La puerta coincidirá invariablemente con tres posibles aspectos del bagua, el que se corresponde al norte (zona del trabajo y la carrera profesional), al nordeste (zona del aprendizaje y el saber) o al noroeste (zona de los benefactores y los amigos generosos) y el fondo de un espacio, que siempre se corresponderá a la izquierda con la zona de la riqueza, al medio con la zona del reconocimiento y la reputación, a la derecha con la zona de la pareja y los amores, el entremedio de la derecha con la zona de la creatividad y los hijos, la de la izquierda con la zona de la salud y la familia, y el centro con el tao. Esta secuencia es realmente sencilla de aplicar, porque no se precisa conocer la orientación magnética de un lugar, que a veces resulta difícil de precisar, dadas las interferencias que se perciben en los ambientes de las ciudades modernas.
Otras escuelas buscan la orientación magnética de la puerta de entrada para aplicar los conceptos que se derivan de las direcciones y los cinco elementos, pero son bastante más complejas y establecen sectores positivos y negativos dentro de la vivienda, que se ven afectados por las mutaciones de las líneas yin y yang de los trigramas anualmente, y relacionan la orientación cardinal de la puerta principal con el canon familiar chino tradicional, que no se corresponde con el papel actual de la mujer en Occidente, ni con el tipo de relaciones familiares que se producen. Además, tienen en cuenta datos astrológicos en relación con la construcción del edificio, y obras posteriores para hacer un análisis del tipo de energía que afecta a la casa y a los residentes, según su fecha de nacimiento.
Aunque mantienen un mapa fijo en cuanto a las diferentes zonas de la casa, que dividen en sectores negativos y positivos emplazados en ocho posibles ubicaciones, dependientes del trigrama que rige la casa, que a su vez depende de la dirección del compás hacia donde mira el centro de la puerta de la casa, tienen muy en cuenta los cambios energéticos temporales que se derivan del año astrológico, de modo que cada año se evalúan las distintas energías que llegan a los ocho tipos de casa que resultan de las ocho direcciones cardinales y cómo afecta a los residentes, según su carta natal y a las ocho zonas.
Aunque sus planteamientos resultan realmente interesantes, son bastante más complejos, incluso en el hecho de que en muchas viviendas actuales es difícil definir cuál es su parte delantera y cual su trasera, pues el edificio puede tener una orientación muy diferente a la de la propia vivienda, y la puerta de entrada puede quedar opuesta a la calle. En cualquier caso, este modo de analizar las distintas zonas de una vivienda no se ha extendido y popularizado tanto como el mapa bagua.
Sin embargo, hay escuelas que aplican el mismo mapa bagua, difundido por el maestro Li Yun, y sus significados, teniendo en cuenta las direcciones magnéticas terrestres.
El modo de aplicar el mapa bagua, propuesto por estas escuelas, es en primer lugar localizar el centro de la casa, que consideran el nódulo energético donde se encuentran y unen las energías de los ocho kuas y las direcciones. Para ello se trazan dos diagonales, que unen las esquinas opuestas de la casa, y en la confluencia de las líneas sitúan el centro del mapa bagua. Desde ese punto, con la ayuda de una brújula giran el mapa bagua hasta hacerlo coincidir con las direcciones cardinales. Este modo de aplicar el mapa bagua establece una relación física directa con los aspectos energéticos relacionados con los puntos cardinales y no es difícil de aplicar, aunque no permite extender el mapa bagua sólo con la visualización del espacio y el recurso de la memorización. Para poder aplicar el mapa bagua de este modo hace falta conocer la orientación magnética de cada espacio donde se quiera utilizar, pues su lectura variará dependiendo de la dirección cardinal.
Las diferencias fundamentales entre las distintas maneras de aplicar el mapa bagua radican en su consideración de las dimensiones espaciales y temporales. Las escuelas que trabajan con los Ocho Palacios y las Nueve Estrellas, proponen un mapa f jado estáticamente por datos temporales, astrológicos y espaciales, dependiendo de la orientación de la puerta de la casa, sobre el que se van reflejando nuevos datos temporales, en relación con la astrología, que provocan cambios en la evaluación del mapa prefyado. En cambio, la escuela de la secta de los Gorros Negros utiliza un mapa bagua estático, que no contempla cambios temporales y posee mínimas diferencias espaciales.
La tercera posibilidad mantiene lo estático del mapa bagua en cuanto a su dimensión temporal, pero no en la espacial, pues las correspondencias entre las áreas de un espacio y las zonas del mapa varían según las direcciones cardinales que marca la brújula.
Los partidarios del método difundido por la escuela de feng-shui de la secta de los Gorros Negros, consideran que el mapa bagua es un método más sutil, metafísico y filosófico que los planteamientos más prácticos que se han explicado hasta ahora, y que puesto que el chi entra por la puerta y desde ahí se desplaza por el resto del espacio, tiene sentido utilizar la puerta como la base y el comienzo del mapa.
No opinan lo mismo los que emplean la brújula, pues consideran que, aun en sus aspectos más sutiles, las direcciones magnéticas deben tenerse en cuenta y que, aunque la puerta sea el lugar de acceso del chi, éste llega con las cualidades propias de su orientación magnética. Aplican los mismos principios filosóficos y metafísicos que los anteriores, pero en sus correspondientes direcciones cardinales.
Independientemente de las distintas propuestas, el mapa bagua es una herramienta muy útil para armonizar los ambientes y para mejorar los aspectos de nuestra vida. Tome una decisión sobre el método a usar, basado en su propia forma de comprender las cosas. Si desea una recomendación, haga el plano de su vivienda y extienda el mapa bagua, según el modo popular de la escuela de la secta de los Gorros Negros, compruebe si hay zonas ausentes o mordidas y anote con qué zonas del mapa bagua se corresponden, según esta extensión de la planilla. Después recorra la casa y analice lo que encuentra en las distintas zonas, a la luz de la información que encontrará en el apartado correspondiente a las zonas bagua, anote también otras informaciones referentes a las sensaciones y emociones que le despierta el entorno, si hay desorden, estancamiento... Después realice el mismo estudio utilizando la posición del mapa bagua, según los datos que le ofrece el uso de la brújula.
Deje pasar unos días y lea los resultados de su investigación y compruebe cuál de los dos métodos le ofrece una guía más cercana a su vida, cuál de los dos análisis refleja más fidedignamente el estado de la vida de los residentes en relación con las zonas «faltantes», a los añadidos, a las áreas más desarmonizadas, a los lugares donde hay más estancamiento del chi, a los espacios más desordenados, a las coincidencias o desencuentros con los aspectos que indican cada zona del mapa bagua... Este trabajo de investigación personal puede extenderse en el tiempo para relatar la historia de los residentes en esa vivienda.
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