*11.- TAI

11.- TAI / PAZ
K'un Lo Receptivo, Tierra.
Ch'ien Lo Creativo, Cielo.
Las influencias de ambos trigramas están en armonía, de manera que todas las cosas brotan y prosperan.

EL JUICIO:
"Paz. Pequeñas partidas, gran aproximación. Buena fortuna. Exito".
El cielo sobre la tierra permite desa­rrollar su poder en unidad y armonía. Paz y bendi­ciones descienden sobre todas las cosas vivientes. Es una época de armonía social; los que se encuentran en alta posición favorecen a los inferiores y éstos a, su vez se encuentran bien dispuestos hacia los superiores. Ter­minan los feudos. Al centro está el principio de la luz, que tiene una poderosa influencia y somete a la oscu­ridad. Cada uno recibe lo que merece.

LA IMAGEN:
"Cielo y tierra unidos; la imagen de la paz. El go­bernante divide y completa el curso del cielo y de la tierra; proporciona y regula los dones del cielo y la tierra y así ayuda al pueblo".
Se trata de una época de prosperidad general. Toda esta corriente de energía debe ser regulada por un gobernante apropiado, de manera de aprovecharla lo más posible.

LAS LINEAS:
Nueve en la base significa: "Cuando se tira del pasto, la tierra también sale. Cada uno de acuerdo a su na­turaleza. Las empresas traen buena fortuna".
En tiem­pos de prosperidad todos los hombres capaces pueden ser llamados a asumir una tarea. El propósito de to­do hombre debe ser cumplir con algo.
Nueve en el segundo lugar: "Paciencia con los que carecen de nobleza. Vadear el río con resolución, no descuidar lo que está distante. No mirar a los acom­pañantes: uno puede guiar la caminata por, el me­dio".
En tiempos de prosperidad es necesaria la no­bleza de carácter para tratar con las gentes imperfec­tas. En las manos de un gran maestro ningún material es inútil, puede encontrarle uso para algo. Generosi­dad no significa dejación o debilidad. Justamente en los tiempos de prosperidad debemos estar más dis­puestos a emprender tareas peligrosas, como cruzar un río si es necesario. Tampoco descuidar lo que todavía está distante, sino que prepararnos escrupulosamente para cualquier cosa. La división en facciones debe ser evitada cuidadosamente. Cada uno debe encontrar el mejor medio para la acción.
Nueve en el tercer lugar significa: "Ni llano, ni compañía en la pendiente; ni seguidores al retorno. El que persevera en el peligro no tiene reproches. Sin reclamos sobre su sinceridad; aprovechar la buena for­tuna mientras se posee".
Todo en la tierra puede cam­biar. La prosperidad es seguida por la declinación. El daño puede ser alejado temporalmente pero no aboli­do. Siempre vuelve. Está convicción nos permite no ilusionarnos cuando llega la buena fortuna. Si conti­nuamos temiendo el peligro, evitaremos los errores. Mientras el hombre fuerte y rico no se deje tentar por la fortuna y permanezca superior al destino, la fortuna no lo abandonará.
Seis en el cuarto lugar significa: "Cae en un estado de agitación, no se jacta de su salud junto a su veci­no, cándido y sincero".
En los tiempos de confidencias mutuas, la gente de situación elevada toma contacto con los inferiores. No se debe a la fuerza de las circunstancias sino corresponde a sus sentimientos. La aproximación es espontánea, porque está basada en una convicción íntima.
Seis en el quinto lugar significa: "El soberano da su hija en matrimonio. Esto lo hiere y le trae la mayor fortuna".
La hija, aunque su marido sea de, rango inferior, debe acatar su voluntad. Trae felicidad.
Seis en la cima significa: "La muralla cayó en el foso. No usar las armas ahora. Conozcan por dentro su propio pueblo. La perseverancia trae mortificación. La hora de la sentencia está próxima".
Debemos so­metemos al destino y no tratar de oponer resistencia. El único recurso consiste en conocer bien nuestro pro­pio círculo. Si perseveramos tratando de eludir el da­ño por los medios habituales, el colapso será peor y puede significamos humillación.

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