EL YIN Y EL YANG
LA PULSACIÓN BÁSICA DE LA REALIDAD
La naturaleza es para la filosofía china un organismo viviente que respira, con un viento inhalador y un viento exhalador. De la distinción de estos dos vientos, el que expande y el que revierte, el yin y el yang, los chinos explican casi todos los fenómenos de la naturaleza.
La teoría del yin y el yang se estableció hace miles de años en el texto clásico chino I Ching o Libro de los cambios, pero la percepción de la misma es, probablemente, mas remota, pues impregna el conjunto de las cosmología en oriente en todos los aspectos, incluido la compresión oriental de cómo se organiza el cuerpo. Lo fundamental del concepto de yin y yang es la compresión de que todo se encuentra en continuo movimiento y cambio, de que absolutamente nada permanece fijo e invariable.
Por su parte, la ciencia Occidental, desde Einstein, ha llegado a la conclusión de que toda energía es de forma vibratoria y que incluso la materia es también sólo una forma de manifestación de energía vibratoria de una determinada frecuencia, y que son nuestros sentidos físicos lo que la captan e interpretan como materia. De este hecho, especulado y descubierto hace más de veinte siglos en las culturas orientales, se desprende que todo es energía en movimiento, que la realidad observable está compuesta de flujos y reflujos de energías, radiaciones y campos pulsantes que mueven la vida y posibilitan desde la cristalización de los minerales a la generación de los pensamientos; que todo lo manifiesto, incluidas las personas, es energía en movimiento y transformación constantes.
Para la física cuántica, la energía en forma de ondas está continuamente transformándose en energía en forma de corpúsculos, y éstos se transforman continuamente en ondas. De modo que los constituyentes subatómicos de cualquier forma material están continuamente pulsando, y esa pulsación tiene dos polos principales: por una parte, se produce la transformación de la materia en energía; por otra, se produce la transformación de la energía en materia. Esta es la pulsación básica del mundo subatómico, es decir, la pulsación básica de nuestra realidad.
La polaridad de la pulsación constante, descubierta por la física cuántica recientemente, era algo conocido de modo no científico, por las antiguas tradiciones espirituales de Oriente, especialmente por el taoísmo y también por el budismo. En el budismo la pulsación polar se expresa en el concepto de no permanencia, en la compresión de que la vida está continuamente transformándose en muerte y la muerte en vida. Que la vacuidad se vuelve fenómeno y los fenómenos se vuelven vacuidad. En el taoísmo la polaridad es llamada yin y yang.
Esta compresión de la realidad que aúna los descubrimientos de la física occidental con las tradiciones espirituales orientales, desvela que desde el macrocosmos al microcosmos la energía vital pulsa desde un máximo nivel de sutileza, que se corresponde con la máxima expansión de la energía hasta la máxima densidad, que se corresponde con el nivel de máxima concentración de energía. Y este principio, que se utiliza en feng-shui, con la aplicación de la teoría del yin y el yang, resulta válido en la organización de la energía, desde las partículas subatómicas a las galaxias, desde las amebas al cuerpo humano, desde la formación de las montañas a las emociones humanas, desde el funcionamiento de las mareas a la de la mente…
La teoría del yin y el yang plantea que todo en la naturaleza cambia o nunca es estable, que siempre evoluciona, y que en ningún momento se mantiene estancado y parado en el tiempo. El feng-shui aplica esta teoría en los entornos. De modo que la armonía y el equilibrio de estos dos principios yin y yang se traduce en que la armonía y el equilibrio de estos dos principios yin y yang se traduce en bienestar y buena fortuna, mientras que cuando domina una de las dos polaridades se rompe el equilibrio y aparece la mala suerte. Pero además el feng-shui recomienda aplicar esta teoría al conjunto de nuestras vidas, buscando el equilibrio yin y yang en los distintos aspectos de la vida y manteniéndonos conscientes de que todo se transforma, evoluciona, que nada se detiene en el constante fluir de la vida, ni las cosas, ni los fenómenos, ni los acontecimientos.
EL TAO, LA UNIDAD QUE ENCENDRO LA DUALIDAD
Para entender las bases y funcionamiento del feng-shui, hay que entender la cosmología que se desprende del tao. El tao supone la creencia, común a otras culturas orientales, de la existencia de una realidad última que subyace y única las múltiples cosas y eventos que observamos.
El tao es el modo chino de denominar esa realidad última indefinible, cuyo equivalente sería el brahman hindú, aunque el tao, que significa vía o camino, defiere del concepto hindú en el sentido de que el tao es intrínsecamente dinámico, cualidad que constituye para los taoístas la esencia del universo. El tao se comprende como el proceso cósmico en el que todas las cosas están involucradas, como el flujo continuo de cambio. El concepto de impermanencia del budismo es una visión similar al concepto dinámico del tao, ya que la pulsación es la base misma de la sabiduría descubierta y enseñada por el Buda Shakyamuni, que en el sutra de la Gran sabiduría expresa: - la vacuidad se convierte continuamente en fenómeno y los fenómenos se convierten continuamente en vacuidad –
La principal característica del tao es la naturaleza cíclica de su constante movimiento y cambio, tal y como se refleja en el libro de aforismos, que constituye el principal texto del taoísmo, el tao te king: - El retorno al origen es el siglo v a. de C., al que se le considera como el viejo maestro iniciador del taoísmo.
Los sabios chinos creyeron que el flujo y el cambio eran características esenciales de la naturaleza y que además existían patrones constantes en aquellos cambios que podían ser observables. La idea de patrones ciclicos en los movimientos del tao, fue estructurada en la introducción de la teoría de los opuestos polares yin y yang. La teoría del yin y el yang marca la noción de dualidad que se desprende del carácter único del chi o energía, y constituye el pilar fundamental sobre el que se asienta cualquier disciplina, ciencia o arte chinos. Según la cual, todas las manifestaciones del tao estarían generadas por el juego dinámico de estas dos polaridades. Así en el ¨Tao te King se recoge: - el tao engendró la unidad. La unidad engendro la dualidad. La dualidad produjo la triada. La triada dio vida a los diez mil seres. Los diez mil seres tiene el yin en sus espaldas, llevan el yang entre sus brazos. De la mezcla de sus alientos vitales los dos reciben su vital armonía –
Pero, tanto el yin como el yang no pueden entenderse como una fuerza, ni una energía o manifestación, sino como dos abstracciones. Ya que estas dos cualidades esenciales, el yin y el yang, no pueden ser identificadas por si mismas en algo concreto y específico, sin perder su condición fundamental y su carácter universal, sino sólo en comparación de una con la otra. Se trata pues de dos principios o fundamentos opuestos pero íntimamente dependientes, que hacen referencia a un principio de clasificación de conjunto. Según el cual, todas las energías y todos los fenómenos del universo pueden clasificarse como el signo predominante más yin o mas yang, comparativamente. Del mismo modo todas las relaciones posibles que dan lugar a los fenómenos, las características, las cualidades y la evolución entre el movimiento y el reposo, la hiperactividad y la hipo actividad, la excitación y la inhibición, lo insustancial y lo material, lo abstracto y lo concreto, el calor y el frío, se consideran la expresión de las relaciones antagónicas y relativas entre el yin y el yang. Como recoge el tao te king: - ser y no ser se engendra uno a otro. Lo difícil y lo fácil mutuamente se integran. Ancho y angosto se forjan uno a otro. Alto y bajo se corresponden uno a otro. Voz y tono se armonizan uno a otro -
El tao se concibe como el regulador, como la ley de la alternancia del yin y el yang y no como su suma. Pues la misma totalidad se encuentra en cada una de las apariencias, que se constrastan sobre el modelo de la oposición alternante del yin y el yang. El tao se concibe como una totalidad, alternante y cíclica. Tal y como consta en el tao de king: - El movimiento del tao es retornar. El uso del tao es aceptar. Todas las cosas derivan del tao. El tao no deriva de ninguna –
El concepto de yin y yang es un aspecto esencial para entender cómo funciona la energía y, por tanto, para entender y aplicar el feng-shui.
El Símbolo del Tao
El símbolo del tao, llamado tai qi o tai chi, representa la oposición dialéctica del yin y el yang. Se trata de un círculo o disco, formado por dos mitades indivisible, limitadas por una línea ondulada que lo parte en dos, mostrando dos figuras idénticas pero opuestas por su color y su posición. Con la peculiaridad de que cada una de las figuras tiene en su interior un pequeño circulo de color opuesto al otro.
El signo yin se reconoce como la figura negra u oscura y el yang como la figura blanca o clara, el yin se sitúa abajo y el yang arriba. El yang representa la polaridad positiva, mientras que el yin la polaridad negativa. Sin embargo, estas polaridades opuestas y contrarias contienen en su propia representación el inicio de la mutación, de su capacidad y cualidad de cambio, simbolizada por el pequeño germen de signo contrario que se haya introducido en la zona más ancha de la figura. Lo que remarca la indivisibilidad de ambas polaridades y el hecho de que en la plenitud del yin, se encuentra el inicio del yang, y en la plenitud del yang, el del yin, es decir, que ambas figuras contienen en sí mismas el principio de la destrucción y el cambio.
El círculo que rodea la figura simboliza el tao y la línea ondulada que parte el circulo simboliza la forma de presentarse los fenómenos al observador, el aumento o la disminución gradual de los mismos. Por lo tanto, este símbolo conocido como tai qi, en su aparente simplicidad representan tanto el tao, el absoluto, que muchos interpretan como el camino de la vida, como las propiedades, el equilibrio y las relaciones entre el yin y el yang en toda su complejidad, enfatizando la importancia de la mutación como la expresión y la causa de todas los fenómenos del universo.
El yin y el yang en el I chingLA PULSACIÓN BÁSICA DE LA REALIDAD
La naturaleza es para la filosofía china un organismo viviente que respira, con un viento inhalador y un viento exhalador. De la distinción de estos dos vientos, el que expande y el que revierte, el yin y el yang, los chinos explican casi todos los fenómenos de la naturaleza.
La teoría del yin y el yang se estableció hace miles de años en el texto clásico chino I Ching o Libro de los cambios, pero la percepción de la misma es, probablemente, mas remota, pues impregna el conjunto de las cosmología en oriente en todos los aspectos, incluido la compresión oriental de cómo se organiza el cuerpo. Lo fundamental del concepto de yin y yang es la compresión de que todo se encuentra en continuo movimiento y cambio, de que absolutamente nada permanece fijo e invariable.
Por su parte, la ciencia Occidental, desde Einstein, ha llegado a la conclusión de que toda energía es de forma vibratoria y que incluso la materia es también sólo una forma de manifestación de energía vibratoria de una determinada frecuencia, y que son nuestros sentidos físicos lo que la captan e interpretan como materia. De este hecho, especulado y descubierto hace más de veinte siglos en las culturas orientales, se desprende que todo es energía en movimiento, que la realidad observable está compuesta de flujos y reflujos de energías, radiaciones y campos pulsantes que mueven la vida y posibilitan desde la cristalización de los minerales a la generación de los pensamientos; que todo lo manifiesto, incluidas las personas, es energía en movimiento y transformación constantes.
Para la física cuántica, la energía en forma de ondas está continuamente transformándose en energía en forma de corpúsculos, y éstos se transforman continuamente en ondas. De modo que los constituyentes subatómicos de cualquier forma material están continuamente pulsando, y esa pulsación tiene dos polos principales: por una parte, se produce la transformación de la materia en energía; por otra, se produce la transformación de la energía en materia. Esta es la pulsación básica del mundo subatómico, es decir, la pulsación básica de nuestra realidad.
La polaridad de la pulsación constante, descubierta por la física cuántica recientemente, era algo conocido de modo no científico, por las antiguas tradiciones espirituales de Oriente, especialmente por el taoísmo y también por el budismo. En el budismo la pulsación polar se expresa en el concepto de no permanencia, en la compresión de que la vida está continuamente transformándose en muerte y la muerte en vida. Que la vacuidad se vuelve fenómeno y los fenómenos se vuelven vacuidad. En el taoísmo la polaridad es llamada yin y yang.
Esta compresión de la realidad que aúna los descubrimientos de la física occidental con las tradiciones espirituales orientales, desvela que desde el macrocosmos al microcosmos la energía vital pulsa desde un máximo nivel de sutileza, que se corresponde con la máxima expansión de la energía hasta la máxima densidad, que se corresponde con el nivel de máxima concentración de energía. Y este principio, que se utiliza en feng-shui, con la aplicación de la teoría del yin y el yang, resulta válido en la organización de la energía, desde las partículas subatómicas a las galaxias, desde las amebas al cuerpo humano, desde la formación de las montañas a las emociones humanas, desde el funcionamiento de las mareas a la de la mente…
La teoría del yin y el yang plantea que todo en la naturaleza cambia o nunca es estable, que siempre evoluciona, y que en ningún momento se mantiene estancado y parado en el tiempo. El feng-shui aplica esta teoría en los entornos. De modo que la armonía y el equilibrio de estos dos principios yin y yang se traduce en que la armonía y el equilibrio de estos dos principios yin y yang se traduce en bienestar y buena fortuna, mientras que cuando domina una de las dos polaridades se rompe el equilibrio y aparece la mala suerte. Pero además el feng-shui recomienda aplicar esta teoría al conjunto de nuestras vidas, buscando el equilibrio yin y yang en los distintos aspectos de la vida y manteniéndonos conscientes de que todo se transforma, evoluciona, que nada se detiene en el constante fluir de la vida, ni las cosas, ni los fenómenos, ni los acontecimientos.
EL TAO, LA UNIDAD QUE ENCENDRO LA DUALIDAD
Para entender las bases y funcionamiento del feng-shui, hay que entender la cosmología que se desprende del tao. El tao supone la creencia, común a otras culturas orientales, de la existencia de una realidad última que subyace y única las múltiples cosas y eventos que observamos.
El tao es el modo chino de denominar esa realidad última indefinible, cuyo equivalente sería el brahman hindú, aunque el tao, que significa vía o camino, defiere del concepto hindú en el sentido de que el tao es intrínsecamente dinámico, cualidad que constituye para los taoístas la esencia del universo. El tao se comprende como el proceso cósmico en el que todas las cosas están involucradas, como el flujo continuo de cambio. El concepto de impermanencia del budismo es una visión similar al concepto dinámico del tao, ya que la pulsación es la base misma de la sabiduría descubierta y enseñada por el Buda Shakyamuni, que en el sutra de la Gran sabiduría expresa: - la vacuidad se convierte continuamente en fenómeno y los fenómenos se convierten continuamente en vacuidad –
La principal característica del tao es la naturaleza cíclica de su constante movimiento y cambio, tal y como se refleja en el libro de aforismos, que constituye el principal texto del taoísmo, el tao te king: - El retorno al origen es el siglo v a. de C., al que se le considera como el viejo maestro iniciador del taoísmo.
Los sabios chinos creyeron que el flujo y el cambio eran características esenciales de la naturaleza y que además existían patrones constantes en aquellos cambios que podían ser observables. La idea de patrones ciclicos en los movimientos del tao, fue estructurada en la introducción de la teoría de los opuestos polares yin y yang. La teoría del yin y el yang marca la noción de dualidad que se desprende del carácter único del chi o energía, y constituye el pilar fundamental sobre el que se asienta cualquier disciplina, ciencia o arte chinos. Según la cual, todas las manifestaciones del tao estarían generadas por el juego dinámico de estas dos polaridades. Así en el ¨Tao te King se recoge: - el tao engendró la unidad. La unidad engendro la dualidad. La dualidad produjo la triada. La triada dio vida a los diez mil seres. Los diez mil seres tiene el yin en sus espaldas, llevan el yang entre sus brazos. De la mezcla de sus alientos vitales los dos reciben su vital armonía –
Pero, tanto el yin como el yang no pueden entenderse como una fuerza, ni una energía o manifestación, sino como dos abstracciones. Ya que estas dos cualidades esenciales, el yin y el yang, no pueden ser identificadas por si mismas en algo concreto y específico, sin perder su condición fundamental y su carácter universal, sino sólo en comparación de una con la otra. Se trata pues de dos principios o fundamentos opuestos pero íntimamente dependientes, que hacen referencia a un principio de clasificación de conjunto. Según el cual, todas las energías y todos los fenómenos del universo pueden clasificarse como el signo predominante más yin o mas yang, comparativamente. Del mismo modo todas las relaciones posibles que dan lugar a los fenómenos, las características, las cualidades y la evolución entre el movimiento y el reposo, la hiperactividad y la hipo actividad, la excitación y la inhibición, lo insustancial y lo material, lo abstracto y lo concreto, el calor y el frío, se consideran la expresión de las relaciones antagónicas y relativas entre el yin y el yang. Como recoge el tao te king: - ser y no ser se engendra uno a otro. Lo difícil y lo fácil mutuamente se integran. Ancho y angosto se forjan uno a otro. Alto y bajo se corresponden uno a otro. Voz y tono se armonizan uno a otro -
El tao se concibe como el regulador, como la ley de la alternancia del yin y el yang y no como su suma. Pues la misma totalidad se encuentra en cada una de las apariencias, que se constrastan sobre el modelo de la oposición alternante del yin y el yang. El tao se concibe como una totalidad, alternante y cíclica. Tal y como consta en el tao de king: - El movimiento del tao es retornar. El uso del tao es aceptar. Todas las cosas derivan del tao. El tao no deriva de ninguna –
El concepto de yin y yang es un aspecto esencial para entender cómo funciona la energía y, por tanto, para entender y aplicar el feng-shui.
El Símbolo del Tao
El símbolo del tao, llamado tai qi o tai chi, representa la oposición dialéctica del yin y el yang. Se trata de un círculo o disco, formado por dos mitades indivisible, limitadas por una línea ondulada que lo parte en dos, mostrando dos figuras idénticas pero opuestas por su color y su posición. Con la peculiaridad de que cada una de las figuras tiene en su interior un pequeño circulo de color opuesto al otro.
El signo yin se reconoce como la figura negra u oscura y el yang como la figura blanca o clara, el yin se sitúa abajo y el yang arriba. El yang representa la polaridad positiva, mientras que el yin la polaridad negativa. Sin embargo, estas polaridades opuestas y contrarias contienen en su propia representación el inicio de la mutación, de su capacidad y cualidad de cambio, simbolizada por el pequeño germen de signo contrario que se haya introducido en la zona más ancha de la figura. Lo que remarca la indivisibilidad de ambas polaridades y el hecho de que en la plenitud del yin, se encuentra el inicio del yang, y en la plenitud del yang, el del yin, es decir, que ambas figuras contienen en sí mismas el principio de la destrucción y el cambio.
El círculo que rodea la figura simboliza el tao y la línea ondulada que parte el circulo simboliza la forma de presentarse los fenómenos al observador, el aumento o la disminución gradual de los mismos. Por lo tanto, este símbolo conocido como tai qi, en su aparente simplicidad representan tanto el tao, el absoluto, que muchos interpretan como el camino de la vida, como las propiedades, el equilibrio y las relaciones entre el yin y el yang en toda su complejidad, enfatizando la importancia de la mutación como la expresión y la causa de todas los fenómenos del universo.
Los antiguos sabios chinos observaron el modo en que el chi navega a través de ciclos yin y yang, estudiando los patrones de movimiento, transformación y evolución en los elementos de la naturaleza, reconociendo sus estructuras numéricas y concluyendo que el macrocosmos afectaba al microcosmos de los seres. El yin y el yang y sus posibles combinaciones se recogieron en el I ching o Libro de los cambios, cuyos orígenes se sitúan entre los años 1500 y 1000 a. de C. El I ching constituye la primera formulación de un conocimiento basado en el antagonismo, las características y las relaciones del yin y el yang, que aparecen representados con los siguientes signos: una barra continua para el yang y una barra partida o discontinua para el yin.
De todas las combinaciones posibles de estos dos elementos, tomados de tres en tres, surgen ocho combinaciones, que son denominadas los trigramas básicos. Los trigramas están dotados de un sentido simbólico, acorde con la forma con que las líneas yin y yang aparecen combinadas.Estos ocho trigramas, que resultan de las distintas combinaciones de tres líneas yin y yang, son a su vez combinados de dos en dos, formando un hexagrama de líneas yin y yang. El resultado es un total de sesenta y cuatro hexagrama posibles, cuya interpretación constituye el compendio de sabiduría que atesora el I ching, que representa la base del conocimiento del universo.
El I ching ofrece un modelo numérico que representa todas las situaciones posibles cósmicas y humanas, ya que el significado que se atribuyen a los trigramas se aplica a todas las posibles relaciones de la vida. Pero, además, se estableció como un sistema de adivinación numerológica en los que las secuencias de par en impar tienen un significado, que se utiliza para interpretar desde el carácter de una situación al destino de las personas.
La combinación de líneas continuas y discontinuas, formando trigramas y hexagramas, se corresponde con el sistema aritmético binario desarrollado en Occidente por el filósofo y matemático alemán Gottfried Wilhelm Leibnitz (1646-1716). Si se representa la línea continua yang con el número uno y la discontinua yin con el cero, las combinaciones que aparecen en el I ching siguen las reglas del sistema aritmético binario.El sistema de combinaciones de yin y yang que expone el I ching es, aparentemente, simple, pero resulta muy complejo y responde a la compresión de los patrones de cambio en el universo y sus efectos en la salud, la vida y las relaciones de las personas.
El yin y el yang en astrología
La polaridad yin y yang es tenida en cuenta en la astrología china, ya que consideran que el yin y el yang se alternan cada año, y que influyen en el carácter de las personas nacidas bajo uno u otro aspecto. De forma que el aspecto yang o yin del año imprime a las personas las cualidades que le son propias. Así creen que los nacidos en años yang son más propicios a ser dinámicos, emprendedores y aventureros; mientras que las personas nacidas durante un año yin resultan más propensas a tener caracteres tranquilos, calmados, prudentes y reflexivos.
Los años pares son yang y los impares yin. Si quiere conocer la influencia del aspecto yin o yang de su año de nacimiento no olvide que el calendario chino los años no comienzan invariablemente el primer día de enero, como ocurre en el calendario gregoriano, ya que se trata de un calendario lunar. Si ha nacido en los primeros meses de un año impar o par, asegúrese de que se corresponde con un año yin o yang, consultando la tabla de años de nacimiento que aparece en el capítulo del ki de Nueve Estrellas.
La polaridad yin y yang es tenida en cuenta en la astrología china, ya que consideran que el yin y el yang se alternan cada año, y que influyen en el carácter de las personas nacidas bajo uno u otro aspecto. De forma que el aspecto yang o yin del año imprime a las personas las cualidades que le son propias. Así creen que los nacidos en años yang son más propicios a ser dinámicos, emprendedores y aventureros; mientras que las personas nacidas durante un año yin resultan más propensas a tener caracteres tranquilos, calmados, prudentes y reflexivos.
Los años pares son yang y los impares yin. Si quiere conocer la influencia del aspecto yin o yang de su año de nacimiento no olvide que el calendario chino los años no comienzan invariablemente el primer día de enero, como ocurre en el calendario gregoriano, ya que se trata de un calendario lunar. Si ha nacido en los primeros meses de un año impar o par, asegúrese de que se corresponde con un año yin o yang, consultando la tabla de años de nacimiento que aparece en el capítulo del ki de Nueve Estrellas.
La Teoría del Yin y el Yang
Según la compresión china, la impermanencia de los fenómenos y su transformación se derivan de los cambios perpetuos del estado del chi a través de las relaciones de las polaridades yin y yang. La teoría del yin y el yang plantea que todos los objetos o fenómenos en el universo consisten en dos aspectos opuestos entre sí pero indisolubles, interdependientes, que se complementan y son de obligada correspondencia. Esta relación de conflicto e interdependencia entre ambos constituye una ley universal del mundo material.
Todo el universo está sometido a energías bipolares: las de la tierra que constituyen la polaridad negativa o el yin, que actúa de noche, y las del cosmos que constituyen la polaridad positiva o el yang, que actúa de día. El yang es el día y el nacimiento, el yin la noche y la muerte. Del mismo modo todas las cosas y todos los fenómenos tienen dos aspectos: un aspecto yin y un aspecto yang.
La dualidad de todos los fenómenos perceptibles, el espacio, el tiempo, la naturaleza o la condición humana, ya sea abordada por la ciencia, la filosofía o el arte pueden expresarse en términos de yin y yang. Por lo que esta teoría ha sido aplicada, a los distintos campos y aspectos de la cultura tradicional china: la medicina, la astronomía, la política, las artes marciales, la agricultura, la música, la cocina, etc, y por supuesto, el feng-shui.
Pero, esta dualidad de los fenómenos que permite dividirlos en yin y yang tiene la peculiaridad de que permite, a su vez, volverlos a dividir en yin y en yang, en nuevas divisiones hasta llegar al infinito. Por ejemplo, el verano es Yang, la noche es yin y el día yang. Por lo que un día de vera resultaría yang en el yang mientras que la noche resultaría yin en el yang. Y siguiendo con las divisiones, podríamos continuar por ejemplo con el crepúsculo que es yin. El crepúsculo de un día de verano resultaría yin de yang .
Según la compresión china, la impermanencia de los fenómenos y su transformación se derivan de los cambios perpetuos del estado del chi a través de las relaciones de las polaridades yin y yang. La teoría del yin y el yang plantea que todos los objetos o fenómenos en el universo consisten en dos aspectos opuestos entre sí pero indisolubles, interdependientes, que se complementan y son de obligada correspondencia. Esta relación de conflicto e interdependencia entre ambos constituye una ley universal del mundo material.
Todo el universo está sometido a energías bipolares: las de la tierra que constituyen la polaridad negativa o el yin, que actúa de noche, y las del cosmos que constituyen la polaridad positiva o el yang, que actúa de día. El yang es el día y el nacimiento, el yin la noche y la muerte. Del mismo modo todas las cosas y todos los fenómenos tienen dos aspectos: un aspecto yin y un aspecto yang.
La dualidad de todos los fenómenos perceptibles, el espacio, el tiempo, la naturaleza o la condición humana, ya sea abordada por la ciencia, la filosofía o el arte pueden expresarse en términos de yin y yang. Por lo que esta teoría ha sido aplicada, a los distintos campos y aspectos de la cultura tradicional china: la medicina, la astronomía, la política, las artes marciales, la agricultura, la música, la cocina, etc, y por supuesto, el feng-shui.
Pero, esta dualidad de los fenómenos que permite dividirlos en yin y yang tiene la peculiaridad de que permite, a su vez, volverlos a dividir en yin y en yang, en nuevas divisiones hasta llegar al infinito. Por ejemplo, el verano es Yang, la noche es yin y el día yang. Por lo que un día de vera resultaría yang en el yang mientras que la noche resultaría yin en el yang. Y siguiendo con las divisiones, podríamos continuar por ejemplo con el crepúsculo que es yin. El crepúsculo de un día de verano resultaría yin de yang .
Aunque, en ocasiones, los textos se refieran el yin y el yang como fuerzas o energías, estas palabras no son del todo correctas pues el yin y el yang son una categoría filosófica que se utiliza para reflejar las propiedades esenciales de los fenómenos que ocurren en la naturaleza. Los términos fuerza o energía para referirse a estos criterios de yin y de yang se emplean para simplificar, pero es importante comprender que su significado no coincide exactamente con ellos.
El significado literal de yin es la vertiente de la montaña que da a la sombra, y el significado literal de yang es la vertiente que da al sol. Se considera yin todo lo que tenga características o tendencias similares al agua, como por ejemplo, la frialdad, la oscuridad y la tendencia hacia abajo; y yang todo lo que tenga características similares al fuego, como por ejemplo la calidez, la brillantez y la tendencia hacia arriba.
La categoría yang es más dinámica, activa y se manifiesta externamente frente a la categoría yin que es más pasiva, interiorizada e intrínseca, menos evidente. El yin se corresponde con la fuerza centrifuga y el yang con la fuerza centrípeta. El yang es plenitud y el yin la vacuidad en movimiento.
Pero ningún fenómeno o fuerza es absolutamente yin o yang, sino sólo en comparación con o en el contexto de otro fenómeno o fuerza. Además, la manifestación de ambas polaridades es dinámica, cambia o interactúa constantemente, como ocurre en los ciclos naturales y progresivos como el día y la noche, el nacimiento y la muerte, etc. Por ello, las cualidades del yin y yang, respectivamente, suelen describirse en términos de pares correspondientes a adjetivos contrarios como claro y oscuro, caliente y frío, masculino y femenino, activo y pasivo.
El yin y el yang actúan como imanes de modo que el yin atrae al yang y viceversa, pero repelen a los de su mismo signo. Dado que representan dos aspectos totalmente complementarios de las cosas y los fenómenos, el yin y el yang se oponen punto por punto. Sin embargo, por el hecho de su antagonismo, el yin y el yang se complementan mutuamente.
Su enfrentamiento produce un fenómeno de limitación mutua, ya que la presencia del yin se opone al desarrollo excesivo del yang, y viceversa, y cada aspecto crece en detrimento del otro. A la inversa, el declive de uno favorece la ascensión del otro. Estos dos aspectos del yin y el yang dentro de un fenómeno no son fijos, sino que aparece en estado de constante movimiento.
Por ese motivo se les llaman los contrarios complementarios, ya que tienden siempre a funcionar juntos par llevar cualquier situación a un estado de equilibrio o resolución. De modo que, un fenómeno de carácter extremadamente yang se volverá menos extremo al atraer a un elemento de energía de carácter yin, y viceversa. El equilibrio dinámico del yin y el yang deriva de la alternancia de fases de crecimiento y de disminución de cada uno de los dos aspectos, sabiendo que el aumento del uno hace simultánea y proporcionalmente disminuir al otro. Este mecanismo se puede observar por ejemplo en la sucesión de las estaciones: el detrimento de yin conlleva el crecimiento de yang y la ganancia de yang determina el detrimento de yin.
Cuando se puede el balance relativo entre el yin y el yang, aparece el exceso o defecto de uno de ellos, esto es un factor de desequilibrio que en medicina se considera causal en la aparición de enfermedades. Así, por ejemplo, un exceso de yin consumirá el yang y la deficiencia del yang determinará más exceso del yin. Muestra de ello puede ser un estado febril, el calor es yang y en estas condiciones se presenta en exceso, se ha dicho que la predominancia del yang provoca la perdida del yin, esto se puede observar en el ejemplo a través de la perdida de líquidos corporales que son yin. Si se toman líquidos se incorpora yin con lo que se disminuye el exceso de yang y la consecuente pérdida del yin, el frío que es yin también colabora a equilibrar este estado de ganancia de yang.
Mientras que la actividad que es yang agudizará la predominancia del yang, por lo que la pérdida de yin resultará incrementada con mayor pérdida de líquidos corporales. Esto explicaría por qué los paños o baños fríos ayudan a bajar la fiebre, por qué el hielo alivia las inflamaciones o porqué se suda más cuando se hace ejercicio en los días calurosos.
El significado literal de yin es la vertiente de la montaña que da a la sombra, y el significado literal de yang es la vertiente que da al sol. Se considera yin todo lo que tenga características o tendencias similares al agua, como por ejemplo, la frialdad, la oscuridad y la tendencia hacia abajo; y yang todo lo que tenga características similares al fuego, como por ejemplo la calidez, la brillantez y la tendencia hacia arriba.
La categoría yang es más dinámica, activa y se manifiesta externamente frente a la categoría yin que es más pasiva, interiorizada e intrínseca, menos evidente. El yin se corresponde con la fuerza centrifuga y el yang con la fuerza centrípeta. El yang es plenitud y el yin la vacuidad en movimiento.
Pero ningún fenómeno o fuerza es absolutamente yin o yang, sino sólo en comparación con o en el contexto de otro fenómeno o fuerza. Además, la manifestación de ambas polaridades es dinámica, cambia o interactúa constantemente, como ocurre en los ciclos naturales y progresivos como el día y la noche, el nacimiento y la muerte, etc. Por ello, las cualidades del yin y yang, respectivamente, suelen describirse en términos de pares correspondientes a adjetivos contrarios como claro y oscuro, caliente y frío, masculino y femenino, activo y pasivo.
El yin y el yang actúan como imanes de modo que el yin atrae al yang y viceversa, pero repelen a los de su mismo signo. Dado que representan dos aspectos totalmente complementarios de las cosas y los fenómenos, el yin y el yang se oponen punto por punto. Sin embargo, por el hecho de su antagonismo, el yin y el yang se complementan mutuamente.
Su enfrentamiento produce un fenómeno de limitación mutua, ya que la presencia del yin se opone al desarrollo excesivo del yang, y viceversa, y cada aspecto crece en detrimento del otro. A la inversa, el declive de uno favorece la ascensión del otro. Estos dos aspectos del yin y el yang dentro de un fenómeno no son fijos, sino que aparece en estado de constante movimiento.
Por ese motivo se les llaman los contrarios complementarios, ya que tienden siempre a funcionar juntos par llevar cualquier situación a un estado de equilibrio o resolución. De modo que, un fenómeno de carácter extremadamente yang se volverá menos extremo al atraer a un elemento de energía de carácter yin, y viceversa. El equilibrio dinámico del yin y el yang deriva de la alternancia de fases de crecimiento y de disminución de cada uno de los dos aspectos, sabiendo que el aumento del uno hace simultánea y proporcionalmente disminuir al otro. Este mecanismo se puede observar por ejemplo en la sucesión de las estaciones: el detrimento de yin conlleva el crecimiento de yang y la ganancia de yang determina el detrimento de yin.
Cuando se puede el balance relativo entre el yin y el yang, aparece el exceso o defecto de uno de ellos, esto es un factor de desequilibrio que en medicina se considera causal en la aparición de enfermedades. Así, por ejemplo, un exceso de yin consumirá el yang y la deficiencia del yang determinará más exceso del yin. Muestra de ello puede ser un estado febril, el calor es yang y en estas condiciones se presenta en exceso, se ha dicho que la predominancia del yang provoca la perdida del yin, esto se puede observar en el ejemplo a través de la perdida de líquidos corporales que son yin. Si se toman líquidos se incorpora yin con lo que se disminuye el exceso de yang y la consecuente pérdida del yin, el frío que es yin también colabora a equilibrar este estado de ganancia de yang.
Mientras que la actividad que es yang agudizará la predominancia del yang, por lo que la pérdida de yin resultará incrementada con mayor pérdida de líquidos corporales. Esto explicaría por qué los paños o baños fríos ayudan a bajar la fiebre, por qué el hielo alivia las inflamaciones o porqué se suda más cuando se hace ejercicio en los días calurosos.
El yang cuando llega a su clímax retrocede a favor del yin y este llegado a su máximo retrocede a favor del yang. Según se expone en el tao de king:
Si quieres que algo se contraiga,
Antes tienes que dejar que se expanda.
Si quieres que algo se debilite,
Antes necesitas hacerlo fuerte.
Si quieres que algo caiga hacia abajo,
Es menester que lo levantes en alto.
Si quieres despojar a alguien de algo,Antes tienes que enriquecerlo.
Esta es la sutil sabiduría de la vida
Este planteamiento se convirtió e.
n la antigua china en una regla de vida. La firme creencia de que cuando una situación se desarrolla hasta su extremo dará la vuelta y se transformará en lo opuesto, proporciona valor y perseverancia en tiempos de calamidades y precaución en tiempos de éxito.
n la antigua china en una regla de vida. La firme creencia de que cuando una situación se desarrolla hasta su extremo dará la vuelta y se transformará en lo opuesto, proporciona valor y perseverancia en tiempos de calamidades y precaución en tiempos de éxito.
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