*49.- KO

49.- KO / REVOLUCION (TUMULTOS)
Tui, Lo Gozoso, Lago.
Li, Lo Oscilante, Fuego.
Los trigramas representan a las hijas menores. Sus in­fluencias se encuentran en actual conflicto y cada fuerza combate a la otra como el fuego y el agua, cada una trata de destruir a la otra. De aquí la idea de re­volución.

EL JUICIO:
"Revolución. En tu propio día eres creído. El mayor éxito se obtiene a través de la perseverancia. Los re­mordimientos desaparecen". Las revoluciones políticas son asuntos extremadamente graves. Deben ser empren­didas sólo por hombres muy capaces y cuando las cir­cunstancias no permitan otro camino.
Nadie es llama­do a la tarea pero sólo un hombre que tiene la con­fianza del pueblo y sólo él puede lograrlo` Hay que proceder por el camino correcto y tratar de prevenir los excesos. Hay que permanecer libre de ambiciones personales y preocuparse realmente de las necesidades del pueblo. Sólo de esta manera no habrá lugar a arrepentimientos. Los tiempos cambian, y con ellos sus exigencias. Lo mismo que las estaciones cambian en el curso del año: En el ciclo del mundo también hay una primavera y un otoño en la vida de los pueblos y naciones, que llaman a las transformaciones sociales.

LA IMAGEN:
"Fuego en el Lago. La imagen de la revolución. El hombre superior pone el calendario en orden y acla­ra las estaciones".
Fuego y lago combaten para des­truirse mutuamente. También en el curso del año hay combates entre las fuerzas de, la luz y las fuerzas de la oscuridad. El hombre controla esos cambios de la na­turaleza fijándose en su regularidad y marca el paso del tiempo de acuerdo a ello. En este camino orden y claridad aparecen dentro del aparentemente caótico cambio de estaciones y el hombre es capaz de ajustar­se anticipadamente a las exigencias de las diferentes épocas.

LAS LINEAS: .
Nueve en la base significa: "Envuelto en el cuero de una vaca amarilla".
Los cambios deben emprenderse cuando no queda otra cosa que hacer. Al comienzo se requieren ciertas restricciones. Debe permanecerse firme y controlarse --amarillo es el color del intelecto-, y la evitar hacer nada antes que llegue el momento apropiado, porque cualquier ofensiva prematura acarrea malos resultados.
Seis en el segundo lugar significa: "Cuando llega el propio día se puede crear la revolución. Partir trae bue­na fortuna. Sin reproches".
Cuando hemos tratado: por todos los medios de sacar adelante las reformas sin éxi­to, la revolución se hace necesaria. Pero debemos pre­pararnos cuidadosamente para ella. Se requiere un hombre hábil y que posea la confianza pública. Con un hombre así las cosas pueden marchar bien.. La pri­mera cosa a considerar es nuestra propia actitud hacia las nuevas condiciones que inevitablemente deben lle­gar. Trae fortuna y no hay error.
Nueve en el 'tercer lugar significa: "Partir trae des­gracia. La perseverancia acarrea peligro. Cuando hablar de revolución ha dado la vuelta tres veces se puede confiar en sí mismo y los hombres le creen".
Cuando los cambios son necesarios hay que evitar dos errores: uno reside en la excesiva prisa que lleva al desastre. El otro radica en la vacilación y conservantismo que también es peligroso. No pueden desestimarse las de­mandas de cambios. Cuando ya se ha hablado mu­cho de cambios y se han ponderado bien puede aceptárseles. Se lograrán los objetivos.
Nueve en el cuarto lugar significa: "Los remordi­mientos desaparecen. Los hombres creen en él. Cam­biar la forma de gobierno trae buena fortuna".
Cam­bios radicales requieren una autoridad adecuada. Un hombre debe poseer fuerza y una posición influyente. Lo que haga debe corresponder a la más alta verdad y no emanar de motivos arbitrarios o mezquinos. Así acarrea gran fortuna. Si una revolución no se funda en bases reales los resultados son malos y no tiene éxito. El hombre que mantiene tal empresa instintivamen­te logra obrar con justicia.
Nueve en el quinto lugar significa: "El gran hom­bre cambia como un tigre. Pero antes interroga al oráculo. Es creído".
Una piel de tigre, en la que se distinguen claramente las rayas negras, y amarillas, es visible desde lejos. Lo mismo ocurre cuando la revo­lución es conducida por un gran hombre. Su guía se torna visible y cualquiera lo entiende. No necesita con­sultar los oráculos, porque gana espontáneamente el apoyo de su pueblo.
Seis en la cima significa: "El hombre superior cam­bia como una pantera. El hombre inferior muda de pluma en la cara. Partir trae desgracia. Permanecer perseverante trae buena fortuna".
Después de solucio­nar los problemas fundamentales se requieren ciertas reformas menores. Se trata de detalles similares a los que marca la piel de una pantera. Viene un nueva orden, el cambio de pluma. No se trata de nada pro­fundo, pero si inesperado. Debemos damos por satisfechos con lo obtenido. Si queremos ir demasiado lejos ­no encontraremos el reposo y sí la desgracia. El objeto de una gran revolución es alcanzar la claridad, con­diciones seguras y una estabilización general.

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