BUEY

- Animal de tendencia "Yin"
- Flor: Violeta
- Cualidades Principales: Estabilidad y aguante, actividad y armonía.
¡Vaya un signo interesante! Traigan a su mente la imagen de este animal pastando en las praderas. Inmenso, de mirada poderosa, de conciencia tranquila, seguro de sus capacidades, enfocado en sus quehaceres. El buey es un monumento a la templanza; hace todo a su debido tiempo y de la forma que él considera más oportuna. Las más de las veces obtiene todo el éxito que anda buscando.
No diríamos que el buey es el paradigma de la razón en funcionamiento. Se trata de un signo que sabe ir mucho más allá de la fuerza del cálculo bruto. Guarda en sí la capacidad de invocar formas de conocimiento no necesariamente relacionadas con el análisis mental exhaustivo. Es sumamente intuitivo y sabe que muchas veces lo que dice el alma vale más que lo que dice la cabeza. Había una bellísima frase del matemático y filosofo Pascal que decía: “El corazón sabe de razones que la razón no toma en cuenta”. Es una hermosa frase que a este signo le queda particularmente bien. La gente de este signo es sumamente equilibrada en todos los aspectos.
Como amigos son casi un paradigma de solidez y lealtad. Siempre estarán en el momento en que se los necesite y nunca estarán pensando en cómo beneficiarse personalmente de los malos momentos del prójimo. Son un hombro donde desahogar las angustias y, siempre, excelente compañeros para la risa. Se trata de individuos verdaderamente joviales y divertidos. Buenos compañeros de viajes y aventuras. No les gustan las situaciones peligrosas, es cierto, pero nunca serán de ir a contar las macanas que se haya mandado tal o cual persona. Se puede confiar en ellos con total tranquilidad.
En el trabajo son muy aplicados. No les gusta que se le esté encima; prefieren que se les diga que hacer y ya, que se les deje hacerlo en paz. Puede que no sean lo ideal para los trabajos en equipo, pero allí donde entren sabrán cumplir su función a la perfección. Lo que ocurre es que es gente que cambia de lugar fácilmente. Esta tan bien parada en la tierra que puede hacer de cualquier sitio su casa. No nos sorprendamos si vemos que un buey decide marchar de nuestra compañía a probar nueva suerte. Por otro lado, todo lo que empiece habrá sido oportunamente considerado (no necesariamente con la cabeza, como ya dijimos).
Tienen mucho amor por la vida sedentaria y los lujos “burgueses”. No decimos -¡de ninguna manera!- que estén perdidos en la espuria materialidad. De forma muy distinta, saben perfectamente que la importancia del bienestar material solo sirve para intensificar una más elevada búsqueda interior. Pero no andarán por el mundo sometiéndose al riesgo de una situación desventajosa; ellos siempre prefieren obrar con tiempo y comodidad, saber qué paso han de dar cada vez, poder respirar libres de toda tensión indeseada.

¡Vaya fortaleza la de este signo!; la de entender que la verdadera fuerza no está en el arrebato del momento sino en la capacidad de mantenerse firmes en una misma dirección. Para ir a donde quieren ir suelen tomarse las cosas con tiempo; paso a paso se va mejor que corriendo como un loco. Suelen ser la justa medida de las cosas; ni muy rápido ni muy despacio.
Pero como siempre; no hay bien que por mal no venga. Se tarta de gente muy poco dispuesta a correr grandes riesgos. Y como dice el famoso dicho “el que no arriesga…”. Lo que ocurre es que el riesgo está en contra de su naturaleza. No es un ser hecho para acechar, saltar y luego escapar; prefiere pasearse por el mundo en cómoda actitud relajada.
Por último, diremos que las personas de buey suelen ser un poco demasiado introvertidas. Les cuesta hablar al mundo y expresar sus sentimientos. Eso sí; cuando abren la boca lo hacen para decir algo que siempre vale la pena escuchar; no malgastan su saliva en decir pavadas incoherentes (propias del arrebato de alguna inspiración de media noche). Hay en ellos templanza y fuerza de sobra.
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